miércoles, agosto 10, 2022

De nuevo estoy de vuelta

Como si nada hubiera pasado, siete años después vuelvo a publicar en mi blog. No recordaba que aún en estado de latencia me seguía reflejando. Reflejando mi estado de latencia. Por más velocidad que le haya metido a la vida, por más renovación de células, personas, tareas, lugares, abrazos; hay algo que quedó en estado vegetativo. Algo que ahora está tratando de mover un pie, una mano, recorrer con la vista tratando de ver dónde se despertó. Recordar quién fui para saber quién soy. Fui periodista, amante y solitaria. Soy una sobreviviente a una pandemia, a miles de violencias, a varias sustancias y a una madre. 

Releo los poquitos posteos que subí y noto que hay algo inmemorial en las palabras. No recuerdo haberlas escrito pero puedo comprender la emoción que llevan cargadas. Las vivo en presente. Está acá ese dolor, esa duda, ese estado de gracia. Estoy más acompañada y más sola que en el último posteo. Soy más grande y aún tan joven. Aprendí muchas cosas, terminé una carrera y olvidé un mandato.

Estoy viviendo un tiempo de manifestaciones. Esas que pedía en arrullos de mantras, en el viento del mar, en la caminata cosquillosa de una vaquita de San Antonio. Las tardes de Talleres de escritura que daba por hobby dentro de un par de semanas serán mi trabajo principal. Lo tiro así y lo releo porque aún parece ficción. Volver a vivir de lo que me gusta hacer parecía distópico en este tiempo de conformismos. Desde la tarde del 26 de agosto arranco con los Talleres. Ahora de manera profesional, como un programa de gestión municipal.

Qué loca la vida.

 
 

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