lunes, enero 23, 2012

Neg-Ocio de la pereza

Dicen que la etimología de la palabra negocio tiene que ver con negar el esparcimiento. Sólo eliminando la parte de la vida dónde no queda más que aventurarse a la contemplación del entorno y a la reflexión se pueden acceder a las pingües ganancias.

¡Una infamia!

Qué hubiera sido de Isaac Newton si no se hubiera despanzurrado debajo de un manzano. Jamás hubiera descubierto la ley de gravedad. Buda, sin 40 días de estado contemplativo no habría alcanzado la iluminación. Si Serú Girán no se hubiera ido a Brasil no se habrían consolidado como la tremenda banda que fue.

Tantos ejemplos famosos e ignotos de momentos de (casi siempre) sano esparcimiento que dieron como consecuencia una empresa, una idea, un negocio, arte.

La hamaca paraguaya que pende de cañas me da una amplia vista del pinar de la propiedad lindera. Tendría que estar cerrando un material que me comprometí a entregar en un dead line demasiado cercano para estar en esta hamaca paraguaya. Sin embargo existe un llamado interno que me indica que no debo preocuparme.

¿Intuición, fiaca?

No importa el nombre, hay grandes cuestiones que se aglutinan en la calma. Procesos revolucionarios que encuentran su masa crítica en la más sosegada de las pachorras.


foto: La Lucila, enero 2012.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantó!
beso. romi